domingo, 21 de junio de 2009

La cochinilla


La cochinilla


La cochinilla, también llamada grana cochinilla, cochinilla grana, cochinilla del carmín o nocheztli es un insecto originario de México y de los países andinos como Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, que se cría en los tallos de las tuneras, de las cuales se alimenta extrayendo su savia. La hembra llega a poner hasta 400 huevos y tiene un tamaño de unos 6 mm y apenas se mueve en las hojas. El macho, más pequeño y con alas, no supera los 2,5 mm. De la hembra se extrae un tinte, también llamado carmín. Existen antecedentes del uso de la cochinilla para teñir los tejidos de la cultura Paracas, que habitaba la costa del actual Perú hace unos 2000 años.

Al no ser tóxica, el tinte que de ella se extrae se usa en la industria como colorante (E-120) de una gran variedad de productos: cosmética, alimentación, textiles, vinos, etc., ya que convenientemente procesado proporciona una variada gama de colores: violeta, naranja, rojo, gris y negro. En Canarias (España) se cultiva, fundamentalmente, en los pueblos de Guatiza y Mala, siendo su calidad reconocida como la mejor del mundo.

En Australia, India y Sudáfrica se ha usado con éxito como controlador biológico de las tuneras que se habían convertido en especies invasoras.

Plantación y cría

La hembra de la cochinilla, al ser un insecto que apenas se mueve, necesita de la intervención del ser humano para su cría. Ésta se realiza introduciendo cochinilla viva en unos sacos de tela que se depositan sobre la hoja de la tunera. A los pocos días estos sacos son retirados y puestos en una nueva hoja. En este breve tiempo, los insectos de menor tamaño pasan a través de la fina tela hasta la hoja de la tunera, fijándose en ella clavando su pico.

Recolección

La recolección de la cochinilla se realiza aproximadamente a los 90 días de su plantación. Para ello se utiliza una cuchara con un mango alargado, que facilita al agricultor llegar hasta todas las hojas. Una vez raspada la hoja y desprendida la cochinilla, se deposita en un recipiente de metal conocido como milana.

El agricultor debe proveerse de guantes y ropa adecuada que le proteja de los pinchos de las tuneras así como del intenso sol.

Secado

Para realizar el secado de la cochinilla, los insectos se exponen al sol en unas bandejas, habitualmente de madera, teniendo especial cuidado en no amontonarlas y esperando varios días hasta que se sequen completamente. Una vez seco el insecto, éste reduce su peso aproximadamente en un tercio, mostrando un aspecto de granos de color negro. Finalmente es empaquetado y exportado.

Historia

El valor de este colorante ya era conocido por los aztecas antes del descubrimiento de América. Cuando los españoles conquistaron México en 1521, vieron a los indígenas recoger insectos de los nopales. Este colorante se conoció en Europa a partir del siglo XVI.

Las Cortes de Cádiz mandaron estudiar las provincias que, por su temperatura, fueran las más apropiadas para su cultivo, resultando las Islas Canarias las más apropiadas para su explotación. A partir de entonces, el cultivo de la cochinilla no hizo más que aumentar, convirtiéndose en un auténtico río de oro a mediados del siglo XIX.

Actualidad

La aparición de los tintes sintéticos, mucho más económicos, ha hecho que su cultivo vaya en retroceso, quedando apenas 120 hectáreas de cultivos en Guatiza y 95 en Mala (año 2003). Sin embargo, la reciente prohibición para uso alimentario y cosmético de los colorantes sintéticos, ha propiciado un aumento en la demanda de la cochinilla mexicana, peruana y canaria.

Regulación

En la Unión Europea el carmín debe etiquetarse como E-120 e internacionalmente se lo conoce como colorante rojo natural nº4. La OMS estableció un límite de consumo diario de 5 mg/kg/día.