martes, 31 de marzo de 2009

Entrevista de Hendaya




La reunión o entrevista de Hendaya, tuvo lugar en la estación de trenes de la localidad francesa de Hendaya junto a la frontera hispano-francesa el 23 de octubre de 1940 , donde Francisco Franco se entrevistó con Adolf Hitler, en presencia sus ministros de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer (España) y Joachim von Ribbentrop (Alemania).

Esta entrevista fue similar a la celebrada por Franco con Benito Mussolini en Bordighera (Italia) el 12 de febrero de 1941, aunque en este caso el interés de Mussolini por la participación española en la Segunda Guerra Mundial fue menor.

Durante el verano de 1940 y por iniciativa española se habían ido dibujando, por medio de contactos diplomáticos de alto nivel, las condiciones para una eventual participación española en la guerra. Las demandas territoriales sostenidas como punto de partida por ambas dictaduras para afrontar las negociaciones eran:

- Por parte de Hitler, la cesión de una de las Islas Canarias, una base naval en Mogador o Agadir y, al parecer, la isla de Fernando Póo.

- Por parte de Franco, además de la colonia británica de Gibraltar, Orán, Marruecos y Guinea, las tres, parte integrante del imperio colonial francés. Además se sugirió la posibilidad de tomar también el Rosellón francés.

Estas posturas parecían irreconciliables ya que para Hitler resultaba poco deseable estratégicamente enemistarse con Petain, por el desmembramiento del imperio francés y con Mussolini que podría ver, en una España excesivamente favorecida en las negociaciones, una competidora en sus propias ambiciones mediterráneas. Además, la estrategia de Franco era obtener el máximo de concesiones a cambio del mínimo de implicación en la guerra. Y es con el fin de aumentar la presión sobre Franco por lo que se acuerda la entrevista de máximo nivel en la ciudad vasco-francesa.

En cualquier caso no llegaron a un acuerdo, por lo que España no entró oficialmente en esta guerra. El movimiento más directo de apoyo al Eje se produjo en junio de 1941, cuando Serrano Suñer, enfrentado a presiones internas por sectores pro-nazis, promovió el envío de una división de voluntarios españoles en apoyo de Alemania en la invasión de la Unión Soviética. La voluntariedad de estos soldados ha sido puesta en duda. Probablemente la mayoría acudieron, inflamados por ideales franquistas e ideas antisoviéticas, aunque algunos soldados profesionales acudieron con ellos (e incluso cuando se presentaba un oficial voluntario solía arrastrar a toda su unidad con él). El armamento y uniformes fueron suministrados en su totalidad en Alemania. Fue conocida como División Azul, y operó principalmente en el frente central y en el de Leningrado.

Asimismo, existió una amplia tolerancia, incluso colaboración, ante la actuación de los agentes del Eje, principalmente alemanes, en España. Esta colaboración permitió a los ingleses efectuar la Operación Mincemeat, conocida por la novela y película El hombre que nunca existió para poder efectuar el desembarco de Sicilia con poca oposición alemana.