miércoles, 29 de abril de 2009

Gripe Porcina

La gripe porcina (también conocida como influenza porcina o gripe del cerdo) es una enfermedad infecciosa causada por cualquier virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae, que es endémica en poblaciones porcinas. Estas cepas virales, conocidas como virus de la influenza porcina o SIV (por las siglas en inglés de «Swine Influenza Viruses») han sido clasificadas en Influenzavirus C o en alguno de los subtipos del género Influenzavirus A (siendo las cepas más conocidas H1N1, H3N2, H3N3 —aislada en Québec— y H1N2 —aislada en Japón y Europa).

Aunque la gripe porcina no afecta con regularidad a la población humana, existen casos esporádicos de infecciones en personas. Generalmente, estos casos se presentan en quienes trabajan con aves de corral y con cerdos, especialmente los sujetos que se hallan expuestos intensamente a este tipo de animales, y tienen mayor riesgo de infección en caso de que éstos porten alguna cepa viral que también sea capaz de infectar a los humanos. Esto es debido a que los SIV pueden mutar y adicionalmente, mediante un proceso denominado reclasificación, adquirir características que permiten su transmisión entre personas. Además, tienen la capacidad de modificar su estructura para impedir que las defensas de un organismo tengan siempre la misma eficacia, ocasionando que los virus ataquen de nuevo con un mayor efecto nocivo para la salud.

Es importante destacar que el brote de gripe H1N1 de 2009 en seres humanos y que se conoce popularmente como gripe porcina o influenza porcina, aparentemente no es provocado realmente por un virus de gripe porcina. Su causa es una nueva cepa de virus de gripe A H1N1 que contiene material genético combinado de una cepa de virus de gripe humana, una cepa de virus de gripe aviaria, y dos cepas separadas de virus de gripe porcina. Los orígenes de esta nueva cepa son desconocidos y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) informa que esta cepa no ha sido aislada directamente de cerdos. Se transmite con mucha facilidad entre seres humanos, debido a una habilidad atribuida a una mutación aún por identificar, y lo hace a través de la saliva, por vía aérea, por el contacto estrecho entre mucosas o mediante la transmisión mano-boca debido a manos contaminadas. Esta cepa causa, en la mayoría de los casos, sólo síntomas leves, y las personas infectadas se recuperan satisfactoriamente sin necesidad de atención médica o el uso de medicamentos antivirales.

La Gripe A (H1N1) de 2009 es una epidemia causada por una variante del Influenzavirus A originalmente de origen porcino (subtipo H1N1). Esta nueva cepa viral es conocida como gripe porcina, gripe norteamericana y nueva gripe aunque estos nombres han sido objeto de diversas controversias. El 30 de abril de 2009 la OMS comenzó a utilizar la denominación virus de la gripe A (H1N1). El origen de la infección parece estar en una variante de cepa H1N1, con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana que habría sufrido una mutación, dando un salto entre especies de los cerdos a los humanos,y contagiándose de persona a persona. Según expertos (como el jefe del Departamento de Microbiología del Hospital Mount Sinai de Toronto, el doctor Donald Low), está por confirmarse la relación entre el virus de la gripe porcina H1N1 y el de los casos confirmados en México.
Para el 14 de mayo (6.00 TMG) se habían notificado oficialmente 6497 casos de infección humana por virus gripal A (H1N1) en 33 países, 65 de ellos mortales, 60 en México, 3 en Estados Unidos de América, 1 en Canadá y 1 en Costa Rica. La cepa parece ser inusualmente letal en México, donde ha causado 60 muertes oficiales de 2446 casos, en su mayoría en la Ciudad de México, con lo que la mortalidad en México por influenza A H1N1 es de 2.45%. El porcentaje de mortalidad en el resto del mundo es de 0.123% (5 muertes de 4051 casos), es decir el virus es 19.9 veces más letal en México que en el resto del mundo. Los fallecidos mexicanos eran principalmente adultos jóvenes de entre 20 y 40 años, la mayoría mujeres.
El 29 de abril la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasificó como de nivel de alerta cinco; es decir, pandemia inminente. Ese nivel de alerta no define la gravedad de la enfermedad producida por el virus, sino su extensión geográfica. Aunque la tasa de letalidad de la enfermedad ha sido baja hasta ahora, la evolución del virus es impredecible, como constata la directora general de la OMS Margaret Chan el 4 de mayo, y a que "Puede que en un mes este virus desaparezca, puede que se quede como está o puede que se agrave."